Pandora. La primera mujer

Pandora, de Dante Gabriel Rossetti  (1869)

Antes de que el orden fuera impuesto a los elementos del Mundo existía el caos, un vacío primordial en el que se encontraban las semillas de las cosas. Así fue creado el mar, la tierra y el cielo. 

La tierra fue habitada por titanes, entre los cuales se encontraban Zeus, hijo de Crono y Prometeo y Epimeteo, hijos de  Jápeto.

Prometeo y Epimeteo fueron los encargados de crear al hombre y a los animales. Epimeteo realizaba el trabajo y Prometeo lo supervisaba. Ambos fueron dotando a los animales  sus distintas características y dones. Luego crearon al hombre, a imagen y semejanza de los dioses y con ayuda de arcilla y agua. 

El hombre debía ser superior a las demás criaturas pero Epimeteo no tenía dones que otorgarle porque había gastado todos los recursos de los que disponía en el resto de los animales. Así, Prometeo decidió regalarles el fuego, con lo que hizo al hombre superior al resto de las criaturas ya que le proporcionaba calor y le permitía ejecutar herramientas y armas. 

Prometeo, de este modo, se erigía como benefactor de la humanidad. Por ello, para ayudar al hombre, en cierta ocasión en Mecone, durante un sacrificio, partió en dos partes un buey sagrado. En un lado puso la carne y las entrañas, recubriéndolas con el vientre del animal y en otro puso los huesos, tapándolos con una gasa blanca. Prometeo dio a elegir a Zeus entre ambas partes, diciéndole que lo que no eligiera quedaría para los hombres. Zeus eligió la gasa blanca y al comprobar que únicamente se había quedado con los huesos sintió gran odio hacia Prometeo y el resto de la raza humana. Así, para castigarles, decidió no enviarles más el fuego. 

Pero Prometeo sustrajo semillas de fuego en "la rueda del sol" y las llevó a la tierra.

Zeus castigó a Prometeo encadenándolo con cables de acero en el Caúcaso y  haciendo que un águila le devorara el hígado, que se regeneraba constantemente. Prometeo sólo sería liberado cuando Heracles mató al águila. 

Pero ¿y el hombre? ¿cómo fue castigado el hombre? Zeus mandó crear la primera mujer a Hefesto y Atenea, a la que pusieron de nombre Pandora. Todos los dioses la dotaron de algún don:  de Apolo recibió la música, de Hermes a persuasión, de Afrodita la belleza...

Así, Pandora fue enviada a Epimeteo, el cual olvidando los consejos de su hermano de no aceptar ningún presente de Zeus y sucumbiendo a la belleza de la mujer, la hizo su esposa.

Epimeteo tenía una jarra que contenía todos los males que no había repartido en la tierra y que estaba cerrada con una tapadera que impedía que su contenido se escapase. Pero Pandora tenía curiosidad por saber que albergaba ese recipiente y la abrió.

Cuando Pandora consiguió cerrar la caja, todos los males se habían escapado y habían afectado a todo el género humano. Únicamente la esperanza, que estaba al fondo de la caja consiguió permanecer en su interior -por eso se dice que la esperanza siempre es lo único que se pierde-.

Hay otras versiones en las que se cuenta cómo la caja contenía, no todos los males, sino todos los bienes y que Zeus se la dio a Pandora para que ésta se la entregara a Epimeteo como regalo de boda. Pero Pandora la abrió y todos los bienes se escaparon y se volvieron a la mansión de los dioses. Así, los hombres se vieron afectados por todos los males y sólo les quedó la esperanza como consuelo. 

Para muchos autores ésta podría ser la versión correcta porque si la jarra contenía todos los males ¿cómo podía estar con ellos la esperanza?.

Fuente: Grimal, Pierre: "Diccionario de mitología griega y romana", Edit. Paidós